lunes, 3 de octubre de 2011

XXII Prueba de Fondo Costa Tropical de Almuñecar

Siguiendo la máxima de "quien mucho abarca poco aprieta" he decidido extenderme al mundillo horizontal, más concretamente a las carreras de fondo y que mejor sitio para empezar que el pueblo donde vivo, Almuñecar.


He estado barajando la posibilidad de crear un "Dominguero Horizontal", pero me parece mucho más fiel a mi estilo irlo mezclando todo sin orden ni concierto en este blog que al fin y al cabo no es más que una memoria personal de actividades. Así que sin más paso a redactar la crónica de lo acaecido.


El domingo a las 9:30 nos plantamos Natalia y yo en las cercanías del campo de fútbol de Almuñecar y mientras ella buscaba donde dejar el coche yo fui a recoger el dorsal y el chip, y allí me encontré con Alvaro, Roberto, Jorge, Antonio y algunos más que no conocía y que habían bajado de Granada para hacer la carrera.



Nada más dar la salida, el grupo de cabeza salió corriendo como gacelas, según palabras textuales de mi mujer y como todas las miradas se dirigieron hacia ellos y eramos más de 1300 corredores, aproveché que una alcantarilla estaba suelta para meter el pie dentro y con un gesto lleno de elegancia extender mi cuerpo serrano sobre suelo para así tratar de atraer la atención sobre mi persona, aunque creo que solo sirvió para joderme un poco la rodilla y el tobillo derechos. Bueno, ya se me ocurrirá algo mejor para la próxima.


Durante los primeros kilómetros de carrera fui con los hermanos Sánchez Novoa y todo iba muy bien, pero debido al apelotonamiento de gente y sobre todo a un grupillo de jiennenses que no paraban de hablar a voces sobre el "curioso" calzado de Alvaro entre otras muchas cosas, no me terminaba de sentir cómodo del todo y al llegar al primer avituallamiento les dije que iba a ir un poquillo mas rápido para ver si pillaba a Jorge que salió como las balas.


Adelanté entonces a unos cuantos corredores, no muchos, hasta que mi ritmo se igualó al de la gente que me rodeaba y no sé si porque ya iba caliente o porque los espacios entre corredores eran mayores pero me sentí mucho mejor, hasta el punto de irme diciendo a mi mismo -no te pases de chulillo y guarda para el final, que nos conocemos Fran-.


Fue a partir de kilómetro 9 más o menos, tras haber bebido por segunda vez y tras ver de nuevo a Natalia y a mi colega Jose que fueron de un lado a otro del circuito dándome barritas energéticas en forma de ánimos, cuando empecé a adelantar corredores, despacito pero sin pausa. Como soy nuevo en esto no se si se debió a que mi ritmo creció o a que bajo el de los demás.


Lo malo fue cuando al pasar por el último avituallamiento y tras un par de kilómetros alegrando mis pensamientos con la llegada de la próxima botella de agua fresca para beber y para una miniducha me encuentro a los voluntarios con las manos vacías diciendo que ya no quedaba más agua. Eso me pasa por lento. Así que mientras corría, miré a ver si a alguna botella de las del suelo le quedaba algo de agua, si no para beber (porque me daba un poco de asquillo) por lo menos para refrescarme la cabeza, y así lo hice.


Los dos últimos kilómetros me resultaron los mejores, me puse a correr un poco más rápido y creí que me sobrarían las fuerzas hasta una puñetera cuestecilla ya casi al final que me puso el corazón como una locomotora, menos mal que solo quedaba medio kilómetro y ya al entrar en el campo de fútbol y oír a la gente aplaudiendo me sentí lleno de energía y corrí todo lo que pude por la pista de atletismo hasta la meta.


Mis objetivos para esta carrera eran tres. El principal era pasarlo bien y ese lo cumplí sobradamente. El segundo era terminar la carrera corriendo y ese también lo cumplí. Y el tercero era bajar de 1h 20' y aunque tardamos más de treinta segundos en poder cruzar la linea de salida y empezar a correr, no es suficiente para bajar esos 51", ya que el tiempo que perdí en la caída fue mínimo puesto que con la vergüenza que me dio, tardé menos en ponerme de pie que en caerme, así que este objetivo no lo pude cumplir. La próxima vez será.


En definitiva fue una experiencia muy positiva en todos los aspectos, que me alegró el corazón y el bolsillo del masajista el lunes por la mañana. Darle las gracias desde aquí a todos los Q's y sobre todo a Alvaro, que con su ejemplo en el triatlón de Almería, metió el virus de "los cualquiera" en mi sangre. A José que iba de un lado a otro del pueblo para animar y sobre todo a Natalia a la que dejo sola mas tiempo del que me gustaría con mi hija en su vientre para irme a correr cuando vengo de trabajar y además me animó mucho en la carrera. Gracias por tu paciencia.