viernes, 20 de julio de 2012

Refugio Gonella


Altitud Mínima: 1.700 m
Altitud Máxima: 3.072 m
Desnivle: 1.372 m
Tiempo: 5 h
Dificultad: PD

Este es uno de los refugios más nuevos de los Alpes Italianos. Inaugurado el año pasado (2011), su construcción tardó 3 años, ya que todos sus componentes tuvieron que ser transportados en helicóptero debido a que se encuentra ubicado en el corazón de las Agujas Grises. 

Al contrario que en otros refugios de Alpes, en este el ambiente es muy familiar ya que es el refugio utilizado para ascender la "ruta normal" menos repetida del Mont Blanc. De hecho, la primera noche dormimos allí menos de 15 personas.

El punto de partida se encuentra en el pueblo de Val Veny, muy próximo a Courmayeur, que es algo así como el Chamonix italiano.


El coche se aparca al final de una carretera sin salida (cortada por una cadena) y desde ahí se continua caminando por la misma carretera hasta que esta se hace impracticable para los vehículos y se acaba convirtiendo en una vereda.



El camino va siguiendo la orilla izquierda del río que viene del Lago Combal.


A partir de este punto, el camino se bifurca justo a la altura del Bar Combal y hay que tomar la senda que va hacia la derecha.


Y que conduce directamente hacia el borde de la morrena del glaciar.


Esa pequeña loma de piedra sueltas hacia la que miro, ni es pequeña ni es una loma, es la montaña de sedimentos que ha arrastrado el glaciar de Miage hasta ahí y que forma su borde derecho. Una vez que subes arriba y te encaminas hacia el principio del glaciar, el paisaje que se abre a tu izquierda...


... no tiene nada que ver con el que se abre a tu derecha.


A partir de este punto la montaña se vuelve hostil, ya no hay árboles, ni hierba, ni lagos, solo rocas, hielo y nieve que se mueven lentamente valle abajo al compás de los crujidos del glaciar.


Al principio impone mucho, aunque poco a poco te vas acostumbrando y vuelves a disfrutar de la experiencia.


La arista en cuestión parece fácil y corta, y fácil si que es, aunque como está muy suelta, hay que ir con mucho cuidado porque cualquier mal paso ( a los que soy un gran aficionado ) daría con nuestros huesos en las rocas que hay unos 20 metros más abajo. En cuanto a lo de corta... es increíble como engañan las distancias en estas montañas.


Una vez que bajamos de la arista al glaciar propiamente dicho, paramos para quitarnos las zapatillas y ponernos las botas. Este fue un error que cometimos. Le aconsejo a todo el mundo que salga desde el coche con la botas directamente puesto que si vas por la morrena en zapatillas te van a durar bien poquito.




En los neveros del principio nos encontramos algunas pequeñas grietas que no asustan a nadie...


... aunque también había otras que si que imponían un poco más.


Pero bueno, nosotros a lo nuestro que en ese momento era patear y patear.


Patear y patear rocas, de todos los tamaños...


... de todos los colores y de todas las posiciones. Parece mentira que la piedrecita esté apoyada en el "agua".


Cuando íbamos por la mitad del camino aproximadamente, el cielo empezó a cerrarse.


E incluso estuvo lloviendo un rato.


Pero todo eso da igual, porque a medida que te vas internando en la montaña, el paisaje es cada vez más imponente, con glaciares colgando por todos lados, con unas dimensiones que no se pueden expresar con imágenes o palabras, en esta ocasión, quizás más que nunca antes para mi, había que estar allí para  vivirlo.


Eso si, muy bien acompañado.


A todo esto nosotros seguíamos remontando el glaciar que parecía que nunca se acababa, encontrando agujeros como una casa de grandes...


... o enormes gendarmes de roca rodeados de serac que se chorrean por todas partes.



Y así íbamos alucinando con todo cuanto nos rodeaba hasta que llegamos a la parte del glaciar donde solo había nieve...


 y nos paramos a encordarnos...


... puesto que aquí las grietas ya eran cosas más serias.



Una última pala de nieve más inclinada da acceso a las rocas de las agujas grises.


Desde aquí la película cambia radicalmente, y lo que hasta el momento había sido un pateo pasa a convertirse en una trepada con algunos tramos sencillos pero con otros más complicados y expuestos, hasta el punto que en ciertos puntos hay instaladas cuerdas fijas y hasta escaleras.


Por aquí, como es lógico, se progresa más despacio pero se gana altura más rápidamente.


Siguiendo siempre las manchas de pintura amarilla que indican el camino.


En las zonas más bajas hay que atravesar dos neveros, pero sin mucha inclinación.



Tras estos neveros empiezan los tramos más aéreos de roca, donde los tramos más expuestos están protegidos con cuerdas fijas, cadenas o escaleras.


Aunque algunos no las necesiten.


Con la altura que vamos ganando se puede apreciar lo agrietado del Glaciar del Dôme que vamos dejando abajo.



Unas trepadas más y ya pronto tenemos el refugio al alcance de las manos.



Con la comodidad de sus literas...


... y sus impresionantes vistas del Glaciar de Miage...


 ...del Glaciar del Dôme...


... y de la Aiguille de Tré-la-Tête.


¿Lo mejor? Los espectaculares paisajes y por supuesto la compañía, ¿y lo peor? pues que llegamos casi a las seis y que en media hora ponían la cena puesto que a las 00:00 de la madrugada era el desayuno ya que comenzábamos a patear a la una de la madrugada. No teníamos mucho tiempo para dormir y recuperarnos, pero que más daba, estábamos en el sitio de nuestros sueños o como decía Antonio Vega... "El sitio de mi recreo".

5 comentarios:

  1. Y que tal estaba el glaciar de dome para subir al mont blanc?

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    1. Perfecto, pocas grietas y muy limpias, hay un serac grande en la parte de arriba pero no tenía mala pinta, aunque con esas cosas nunca se sabe. Había huella clara pero no profunda.
      En cuanto consiga unas fotos que me tienen que pasar de esa zona hago una crónica.

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  2. Somos un grupo de valencianos que estuvimos el 18 de Julio intentando el MOnt Blanc por la vía de Gouter, con un montón de gente y con el acojono que sufrimos muy cerca en la "bolera". Nos dimos la vuelta en la Petit Bosse por el fortisimo viento y frío. Ibamos con dos guías experimentados pero a la vuelta a España y ya con el gusanillo dentro, se nos pasó por la cabeza la vía italiana por Gonella para el verano que viene. Esta ha sido nuestra primera experiencia en Alpes y nos ha parecido bastante duro. Como veis la vía italiana??

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    1. Pues si ya habéis estado en Alpes ya sabéis que en este tipo de rutas las principales dificultades son físicas más que técnicas.
      Esta ruta en cuestión se divide en dos partes, la aprox. al refugio se hace sin problemas ya que los pasos más expuestos, que no son difíciles están protegidos con cadenas o cuerdas fijas. Del ref. al collado de las agujas grises es progresión por glaciar, con las dificultades propias (grietas y un gran serac en la parte alta). Del collado a cima progresión por arista, mas estrecha al principio pero luego se va ensanchando (nosotros nos quedamos en el collado)
      Si quieres info mas detallada no dudes en ponerte en contacto conmigo en franlinde@yahoo.es

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  3. Fran, soy Angel, el hijo de Ana y Rogelio, y, bueno, principalmente queria saludarte y decirte que si podrias ayudarme con el blog que he hecho de deportes de motor.

    Aqui te dejo el enlace:
    http://spanishmotorblog.blogspot.com

    Pues eso Fran, a ver si nos vemos un dia y gracias por la ayuda

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