Autobiografía alpinística del que para mi, como para muchos, es el mayor y mejor representante de edad de oro del alpinismo, es decir, los años 50 y 60, y por consiguiente de la historia de este deporte en general.
Sus triunfos en paredes consideradas imposibles como la Este del Gran Capucin o el Pilar del Dru se mezclan con las terribles experiencias vividas en el K2 y por supuesto la terrible tragedia vivida en el Pilar Central del Frêney, todo ello rematado por su invernal en solitario a la Norte del Cervino con lo que puso un impresionante broche final a su trayectoria de alpinismo extremo.
Una vergüenza como fue vilipendiado por un circulo de envidiosos y/o desinformados con mucho peso en la prensa de la época, que consiguió manchar su imagen pública y herir sus sentido ético hasta tal punto que llegó a abandonar la Sociedad de guías de Courmayeur y el alpinismo de elite después.
Quien sabe de que habría sido capaz en otras circunstancias.