sábado, 29 de abril de 2017

Albiskette T1


Distancia: 31 Km
Tiempo: 6h 1'
Altitud máxima: 915 m
Altitud mínima: 413 m
Desnivel positivo acumulado: 1.264 m
Dificultad técnica: T1 Sendero bien marcado
Track: Wikiloc

Ya había visto esta excursión en algún que otro libro sobre rutas populares de senderismo en el Kanton Zürich y claro, le tenía ganas. Así que una mañana que los niños estaban en el Kindergarten tomé el tren y me dirigí a la estación central de Zürich (justo al lado de mi trabajo, por cierto) y desde allí me dirigí hacia el río Sihl.


Y me puse a caminar junto a él.


Tengo que reconocer que es muy agradable caminar por esta parte de la ciudad un jueves por la mañana con botas y mochila en vez de con zapatos y camisa. Pero ya me va apeteciendo cambiar el asfalto por la tierra, y no lo consigo hasta pasado Wiedikon.


Donde comienza la subida hacia el Uetliberg.


Subida que, por cierto, se vuelve bastante dura en su parte final, pero que te recompensa con uno de los mejores miradores de la ciudad.


Y que tiene las farolas más "curiosas" que he visto nunca.


Una vez alcanzada la primera de las cimas, desciendo por una especie de pasarela que atraviesa el bosque.


Y me deja en una cómoda pista forestal que sigo durante algunos kilómetros, y donde me cruzo con un sinfín de parejas de jubilados que saben disfrutar juntos de un bonito día de primavera en el monte.


Esta parte del recorrido está salpicado de bancos donde poder sentarte un rato a descansar y disfrutar de las vistas.


O, si tienes la suerte que tuve yo, poder escuchar durante un rato el agradable sonido del alpenhorn.


En este tramo de la ruta por donde tan fácil resulta avanzar a buen ritmo, es común encontrarte algunos sitios muy bien preparados para disfrutar de un día de barbacoa con la familia y/o los amigos.


Al poco de pasar el Albispasshöhe, que es un collado que divide la cadena del Albis en dos, me encuentro la torre de observación de Langnau am Albis. Una torre de 33 m de altura hecha únicamente de madera.


Desde donde los días claros se disfruta de unas fantásticas vistas del lago de Zürich.


Poco después paso por el Bürglenstutz, que con 915 m es el punto mas alto de toda la ruta, pero que no tiene nada de particular, más allá de una piedra con esta placa.


En algunos puntos, el bosque se abre hacia la derecha dejándome ver el cercano lago Zugersee.


Después comienza una larga bajada por un bosque caduco que aún no ha despertado del letargo invernal.


Y que en su parte más baja ofrece un bonito contraste de marrones y verdes.



Ya abajo del todo me vuelvo a cruzar con el río Sihl.


Al que vuelvo a acompañar durante un rato. Esta vez en sentido descendente.


Como regalito final para mis ya cansadas piernas, me tocó subir un último repecho para llegar a Horgen.


Desde donde tomé el ferry que cruza el lago y que me dejó el Meilen, mi pueblo. Con el tiempo justo para darme una ducha e ir al Kindergarten a recoger a mi hija Naila.


Una vez más y como cada vez que descubro un nuevo rincón de este precioso país, ha sido un día duro para las piernas pero algo así como una medicina para el alma.